Realidad del gestor deportivo de hoy dia.
Hoy
en día, la mayoría de las organizaciones deportivas son dirigidas,
entre otros, por técnicos, profesores de escuela, instructores de
educación física y aficionados al deporte. Por lo general, esta
gente es consciente de que la práctica sistemática del deporte
puede beneficiar al individuo y la comunidad en su conjunto, pero a
menudo pasa por alto su importancia para quienes desean alcanzar un
alto nivel de rendimiento deportivo, desarrollar destrezas atléticas
y técnicas deportivas, adquirir experiencia competitiva y aprender
de sus propios fracasos y malas actuaciones deportivas. Además,
estos líderes tienen poca o ninguna experiencia en la concepción y
el desarrollo de planes enfocados a la promoción de eventos
deportivos altamente competitivos para el beneplácito, tanto de los
aficionados al deporte, como de los medios de comunicación,
patrocinadores y espectadores.
De igual manera se puede decir que muy
pocas organizaciones deportivas nacionales en el mundo, ya sean
multideportivas o de un deporte específico, han definido con
claridad su papel o han identificado de forma precisa su imagen y sus
objetivos. Dichas organizaciones no han establecido sin ambigüedades
su programa de actividades para optimizar su eficacia, tanto
individual como colectiva, en un tiempo determinado.
La
ineficacia de las organizaciones deportivas actuales se debe en gran
parte a la falta de una visión impulsora y a la carencia de una
fuerza motriz basada en las capacidades administrativas, únicos
elementos que pueden asegurar que los problemas del deporte sean
confrontados en el lugar y el momento oportunos con gente capacitada,
altamente motivada y bien organizada.
Cualquier organización deportiva
deseosa de cumplir su misión y coordinar con éxito las actividades
diarias de su deporte debe mejorar las condiciones de trabajo de sus
empleados, voluntarios y miembros, facilitar la participación masiva
en su deporte, asegurar la disponibilidad de material deportivo de
alta tecnología y crear las condiciones apropiadas para la
organización de eventos deportivos que aseguren mayor competitividad
para sus deportistas, más entretenimiento para los espectadores,
mayor interés para los medios y más satisfacciones para los
patrocinadores.
Sin
embargo, la organización sólo puede asumir estas responsabilidades
siempre y cuando haya logrado una organización adecuada, una
administración eficaz y una gestión profesional.
A
pesar de sus deficiencias, las organizaciones deportivas están
obligadas a operar en unas condiciones sociales y jurídicas que
emanan de los individuos y el gobierno de su país. Esas condiciones
pueden constituir un marco jurídico nacional restricto o
irrestricto, estructuras socioeducativas favorables o desfavorables y
organizaciones comerciales, industriales y gubernamentales que
brinden o no su apoyo.
La
búsqueda de una gestión de calidad así como la toma de conciencia
de quienes se encuentran al frente de las entidades deportivas, son
tratadas con motivo de hacer de estas instituciones modelos
eficientes y de calidad. Algunos de los aspectos determinantes de la
gestión, así como la responsabilidad del dinamismo a sus
estructuras como modelo de eficiencia, se someten a crítica para
hacer de las organizaciones deportivas modelos con proyección
internacional, con miras de asumir retos organizativos de
envergadura.
Los
responsables de la dirección de las entidades deportivas al ingreso
del nuevo siglo juegan roles fundamentales. Además de ser los
responsables de organizar, dirigir y controlar las funciones
desempeñadas por las personas que están bajo su supervisión,
también tienen que velar por la proyección, tanto en el ámbito
nacional como en el internacional.
Las
actuales políticas del sector deportivo pretenden lograr una mejora
cualitativa y cuantitativa de su proceso. Para alcanzar estos
propósitos, no basta con capacitar a los técnicos y aumentar la
jornada laboral destinada a prestar atención a las demandas del
deporte, sino que también es necesario contar con diagnósticos
vigentes que permitan obtener información sobre su gestión.
Algunas
de las funciones que éstos desarrollan habitualmente, de cuyo éxito
depende el buen desarrollo de las entidades, están relacionadas,
entre otras cosas, con procesos de planificación, organización,
control y supervisión técnica, y de manejo de recursos financieros.
La observación de estas funciones permite configurar una visión de
la labor del directivo.
De
tal manera que al evaluar formativamente la gestión desarrollada
destacando tanto los aciertos como los puntos débiles surgidos
durante el ejercicio de su función resultan fundamentales.
En
la actualidad es posible configurar un cuadro evaluativo en el que se
aprecian las áreas deficitarias del ejercicio desarrolladlo.
Consecuentemente, a partir de esta panorámica específica de su
dirección, se puede contar con una visión colectiva de deficiencias
producidas en los procesos de dirección que permitan detectar
aquellos aspectos susceptibles de mejora.
La
problemática de la calidad de la gestión deportiva debe ser
abordada de tal manera de forma ordenada, completa y científica,
siendo fundamental establecer aproximaciones conceptuales en
referencia a aquellos aspectos que se relacionan con su labor como
directivo. Ello permite efectuar un acercamiento y contar con una
mayor comprensión de la magnitud e importancia de indagar acerca del
ejercicio del cargo.
El
modo de conducir una entidad deportiva en la actualidad debe ser
dinámico y eficiente, donde cada uno de los integrantes de la
organización desarrolle con sentido autocrítico establecer aquellos
aspectos deficientes de la gestión desarrollada. Lo enunciado otorga
a los responsables de dirección de las entidades Deportivas la
responsabilidad de buscar los mecanismos para preparar de la forma
adecuada a los cuadros directivos.
Las
entidades de educación superior acorde a las demandas de las
actuales políticas deportivas, asumen el reto y la responsabilidad
en este proceso, lo que podrá traer consigo el fortalecimiento de
las estructuras deportivas en aquellos aspectos que son de su
competencia, acercando el deporte a la comunidad y éste a la
educación, base de la sociedad.
Con
esto se pretende que los responsables directivos deportivos puedan
asumir retos organizativos de mayor envergadura al poner a su alcance
herramientas que permitan optimizar la calidad de su labor.
El
deporte, en sus múltiples manifestaciones, se ha convertido en una
de las actividades con mayor capacidad de movilización y
convocatoria de nuestro tiempo y se afianza como uno de los fenómenos
sociales de mayor arraigo en nuestra sociedad. En este aspecto radica
la importancia de la responsabilidad adquirida por quienes tiene por
misión incrementar y satisfacer los intereses tanto de la comunidad
que le rodea como de la sociedad.
Pero
el estudio de la calidad de gestión desarrollada por los
responsables de la dirección deportiva no se puede efectuar desde un
solo plano, sino que debe desarrollarse desde distintas vertientes y
complejos análisis reflexivos de particular importancia. Por un lado
se encuentra el precisar las vías de comunicación que este mantiene
como máximo responsable de la organización, y, por otro, el
establecer el marco normativo de su desempeño, es decir, se deben de
especificar las redes de comunicación que mantiene en el contexto de
su quehacer directivo, aspectos que de una u otra manera afectan el
ejercicio de su función y que permiten señalar si está
desarrollando su labor de gestión dentro de un contexto de calidad.
En
los últimos años se observa una creciente necesidad de actuar y
dirigir las organizaciones de forma más eficiente, sean éstas de
carácter deportivo o de otra naturaleza. Surge así el concepto de
administración, que trae consigo el problema de establecer su
significado específico
LA LETRA ESTA MUY PEQUEÑA LASTIMA EL CONTENIDO MU INTERESANTE.
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